jueves, marzo 01, 2007

cada vez que escribo una palabra elijo.
una oración es un camino que se abre paso entre los renglones, sobre la espuma blanca de una hoja, avanza el mar contenido en una birome, derramándose como sangre azul.

elijo una palabra, la tacho, escribo otra: cuál es mi verdadera elección?
La primera, espontánea, o la segunda, meditada -pero tal vez más precisa y concordante con lo que quería expresar-?
A veces los impulsos no son genuinos, no sirven.
Escribo, elijo palabras, las combino, intento trasmitir algo con ellas, lo logro, o no.

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