de quién es este silencio

no sé

quién se robó el fuego del lenguaje

revivo en mis manos el fulgor de este placer inaudible 

este resurgir entre la niebla

este despertar sin nombre

nunca recuperaré las palabras que acabo de olvidar 

de otro, son de otro

del aire

de nadie

¿si no hay lector no hay escritura?

no hay certezas en este andar

sólo pasos que se tantean

sólo murmullos que se intuyen

quiero

sí, quiero 

hoy quiero, deseo

es la activación del cuerpo lo que renueva

es el contact, el contacto con otro

con uno, con la tierra. 

contactarse-sentir-desear

esa secuencia simple se olvida

desear por el sólo hecho de hacerlo

no por lo que se desea

amar por amar 

enamorarse para sentir esa sensación de liviandad esa impunidad que da la enfermedad la fiebre. acaso eso es el amor. una fiebre que un día sube y otro día baja

y no hay termómetro para medir esa fiebre

tal vez las lágrimas y las sonrisas puedan generar algún tipo de diagnóstico

estas pocas líneas me agotaron. 

uno se desacostumbra a vomitar estas cosas. 

no escribir me sirvió para obligarme a hablar. 

de nuevo en este lugar. lo veo distinto. y sin embargo está igual que cuando lo dejé. 

fruto de este silencio nació un nuevo lugar. 

los dejo, por ahora, con la incógnita.