hoy me olvido de tu nombre. me olvido que te busqué hasta el hartazgo debajo de cada piedra, entre los eslabones de mis cadenas que me atan a no sé qué cielo.
cuántas sonrisas se esfumaron, volaron sin rumbo fijo y quién sabe en qué ojos se impregnaron.
hoy llega un leve recuerdo de tus besos de plata. se mezclan con el olor del presente que vibra en cada rincón de mi casa. más mía que nunca.
y sin embargo no lo tengo. y surgen las preguntas. como siempre. miles. una sola. ¿soy yo? ¿quién soy?
el disfrute del momento presente es una adicción que no estoy pudiendo dejar.
me dejo arrastrar por el cuerpo que me lleva hacia otros cuerpos y nadie me retiene. nadie me dice que pare. y yo sigo en esta vorágine de besos, de cuerpos que giran en derredor iluminando mi espalda de equilibrista sin red que se juega en cada paso un pedacito de su felicidad.
y en cada espalda que abrazo un pedazo de mí se desprende, se deja atrapar; me dejo envolver en la preciosa otredad de las caricias.
hoy es tiempo de estar acá. tiempo de crecer. tiempo de creer en el camino.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario