Pequeña, los miembros entumecidos, un cuarto grande, una habitación vacía. Solo un espejo y una jarra con agua. Y la soledad absoluta de querer nombrar lo imposible, de esperar que el lobo me venga a buscar. Tus ojos tristes y enamorados mirando un punto vacío, en donde yo no estoy; igual te huelo, te escucho, te siento. No creas que no sé qué te pasa. Que estás igual que yo, del otro lado del mundo esperando que la luna se quiebre. Un círculo con alas que lleguen hasta tus besos. Sólo un paso hasta tus manos. Una eternidad. Un suspiro, un línea oscura, suave, delicada. Una línea rota.
18.02.06
jueves, febrero 01, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario