jueves, marzo 06, 2008
el cuervo
al principio -medio segundo- creí que era miedo. pero no. o sí, pero esa palabra tiene una connotación mala. yo dudo de que eso sea totalmente así. quizás sea más claro decir: adrenalina. antes de poner un pie en el no-escenario, detrás de la sí-puerta, el escalofrío volvió. recorrió todo mi cuerpo. lo revivió. y un segundo después mi pie ya estaba en la piecita, y mi alma también. no tuve más miedo. ya no sé que fui. era eso que se es cuando se actúa. eso que te hace perder la conciencia. eso que te arruma que te envuelve en una verborragia indecible. son dos cuerpos que se mueven que interactúan son uno son dos son en definitiva nada. y eso es todo. actuar. terminar siendo otra. descubrirme entre tinieblas de oro. quisiera que ése fuera mi estado constante. no. si no no sería tan mágico. sí, esa es la vida, lo real. lo demás -esto, ahora- es lo que no existe. actuar para poder ser, para poder vivir. tengo más hambre, estaba famélica y ahora que me dieron una miga -un banquete- quiero más. es esa sed insaciable, esa sed ancestral. el deseo inverso de dejar de ser cuando en la cotidianeidad lucho constantemente por ser. por eso añoro esos momentos -ratos, instantes, horas- en los que puedo dejar fluir el ser que se construye para que se destruya se des-construya. exponerlo todo y quedar sin nada. mostrar sin pudor la naturaleza misma de nuestra alma. agota, abruma y sin embargo purifica. como si al sacarle algo -el alma- el cuerpo se viera obligado a recontruirlo entonces se renueva constantemente. como la sangre. que circula, que brota y se renueva. el cambio es constante. y el abismo infinito. feliz. feliz. feliz.
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1 comentario:
m copa tu escritura infame
ja besi!
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