Caminando con las manos dentro de la campera. Los dedos duros, la nariz roja, la boca humeando.
Llega a la esquina, lo ve.
Calla un silencio interminable.
Su mirada se quiebra como un caleidoscopio.
¿Qué hacer? ¿Quedarse o huir? ¿Hacia dónde?
Las vías resuenan vacías, como las calles, como toda la ciudad, como su cuerpo.
Él da un paso. Ella retrocede. Él extiende su brazo, ella tiesa lo mira acercarse. El brazo, como un miembro independiente toma el hombro de ella. Y esa presión esa fuerza le provoca un estremecimiento ancestral. Duda...correr, pedir ayuda. A quién. Por qué.
Tiene miedo de quedar atrapada. Un miedo como miel, como espina. La mano de él tiembla. No es la única que tiene miedo. Ambos podrían huir, no verse más. Sin embargo algo los hace permanecer ahí casi sin mirarse, casi sin tocarse. Pero mirándose, pero tocándose.
Llega a la esquina, lo ve.
Calla un silencio interminable.
Su mirada se quiebra como un caleidoscopio.
¿Qué hacer? ¿Quedarse o huir? ¿Hacia dónde?
Las vías resuenan vacías, como las calles, como toda la ciudad, como su cuerpo.
Él da un paso. Ella retrocede. Él extiende su brazo, ella tiesa lo mira acercarse. El brazo, como un miembro independiente toma el hombro de ella. Y esa presión esa fuerza le provoca un estremecimiento ancestral. Duda...correr, pedir ayuda. A quién. Por qué.
Tiene miedo de quedar atrapada. Un miedo como miel, como espina. La mano de él tiembla. No es la única que tiene miedo. Ambos podrían huir, no verse más. Sin embargo algo los hace permanecer ahí casi sin mirarse, casi sin tocarse. Pero mirándose, pero tocándose.
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